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Cataluña: Justícia introduce pruebas físicas para ser funcionario de prisiones.

Fuentes sindicales consideran que el trasfondo de este requisito es limitar el acceso de mujeres.
 
El personal femenino de Catalunya es el único de España que vigila directamente a los reclusos.

Fuente: elPeriódico.com

Acceder a una plaza de funcionario de prisiones en Catalunya será más difícil que hasta ahora. Los candidatos no solo necesitarán hincar más los codos --Estatut, nuevo reglamento penitenciario, psicología y sociología--, sino también estar en buena forma, porque la principal novedad pasa por la obligación de superar pruebas físicas.
La primera convocatoria con los nuevos requisitos es de 309 plazas y las pruebas de selección, a las que se presentarán 1.700 candidatos, empezarán el lunes. Los ejercicios físicos se realizarán en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat.
Mientras la Conselleria de Justícia apunta que quiere funcionarios en buena forma para afrontar situaciones de emergencia, fuentes sindicales sostienen que el último objetivo de las pruebas físicas es limitar el acceso de las mujeres a un cuerpo de funcionarios que se feminiza por momentos. Ese es un argumento que el director general de Recursos y Régimen Penitenciario, Miquel Trepat, niega rotundamente: "Sé que se está haciendo esta interpretación, pero no es así porque este planteamiento sería, sencillamente, ilegal".
Catalunya, la única comunidad con competencias en prisiones, tiene actualmente 3.600 funcionarios, de los que el 36% son mujeres. Hay diferencias bastante sustanciales con respecto al cuerpo de funcionarios de prisiones del resto de España. Por ejemplo, la Administración central, que no requiere pruebas físicas a sus funcionarios, distingue entre la escala masculina y femenina, lo que supone que las mujeres no trabajan en vigilancia directa en las cárceles de hombres.

MÁS EXIGENCIA
En Catalunya, no hay diferencia por razón de sexo y un altísimo porcentaje de mujeres funcionarias --77%-- vigilan directamente a los reclusos, con los obstá-
culos y peligros que eso supone en determinadas situaciones. Por ese motivo, fuentes sindicales consideran que el trasfondo de las pruebas físicas no es otro que una criba del funcionariado femenino.
El director general explicó que las pruebas de acceso han cambiado porque es necesario garantizar una "exigencia superior". Hasta ahora, el personal entraba al módulo de la prisión con una entrevista y un curso de una semana. "Hay que acabar con este sistema que, durante un tiempo, fue válido en situaciones de urgencia", explicó Trepat, para añadir: "Ahora queremos equipos más preparados".

REGISTROS Y CONDUCCIONES
Trepat justificó la decisión de incorporar pruebas físicas para que el personal esté preparado para hacer frente a cualquier eventualidad dentro de la cárcel. Entre otros ejemplos, el director general cita situaciones especialmente complejas dentro de la cárcel como los momentos en que los reclusos se ponen nerviosos dentro de las galerías, los registros difíciles y las conducciones conflictivas.

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