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La directora general de Instituciones Penitenciarias dice que otro Gobierno, de otro signo, hubiera tomado la misma decisión

La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, asegura en una entrevista con EFE que 'en esta situación, si el Gobierno hubiese sido de otro signo, hubiera tomado la misma decisión' respecto al preso etarra José Ignacio de Juana Chaos.

Fuente: terra

'Dudo muchísimo que alguien sentado en mi silla o en la silla del ministro -del Interior- hubiese dicho: no me importa que esta persona se muera', señala Gallizo, que insiste en que la protesta de De Juana era 'una medida individual, no de una organización' y en que el Gobierno 'tenía la obligación legal y moral de tratar de salvar su vida'.

Pregunta: Parte de la opinión publica interpreta la decisión tomada como una cesión del Gobierno al chantaje de ETA ¿Qué trasladaría a quienes opinan así?

Respuesta: Les trasladaría información. Se trata de una medida que se ha tomado con una persona que está cumpliendo una condena de tres años, que no tiene que ver con la condena que ya cumplió (por 25 asesinatos). Es una decisión que se ha tomado muy cuidadosamente, después de estudiar los informes médicos (...) que avisaban de que esta persona estaba entrando en una situación no sólo de riesgo para su vida, sino de riesgo de lesiones irreversibles.

Lo que se ha decidido es aplicar un régimen de cumplimiento atenuado, es decir, que va a ser tratado en el hospital y va a sufrir un proceso de recuperación de su salud que seguramente será prolongado. Eso no varía su situación penitenciaria, en el sentido de que va a seguir cumpliendo su condena.

P: La propuesta de la Junta de Tratamiento de la prisión de Aranjuez (Madrid) dice que se podrán imponer a De Juana otras medidas de control y seguridad conforme evolucione su estado de salud ¿Cabría pensar en un reingreso en prisión?

R: Como sucede con todas las personas que dependen de la Administración penitenciaria, su situación se revisa de forma periódica y cuando corresponda la próxima revisión, a la luz de los informes de todo tipo que obren en nuestro poder, la Junta de Tratamiento dirá cuál es el régimen que tiene que seguir manteniendo.

P: ¿Qué dicen los médicos del estado de salud actual de De Juana?

R: Los informes médicos son muy preocupantes, no sólo por su estado de salud actual, sino por la posibilidad de que tenga lesiones que sean irreversibles y que se manifiesten posteriormente, como ha ocurrido en otros casos de huelga de hambre prolongadas.

P: ¿Se refiere a la mantenida en las décadas de los ochenta y de los noventa por varios miembros de los GRAPO?

R: En aquel caso, una de las personas que hicieron esa huelga de hambre falleció a los tres meses por un fallo multiorgánico, se produjo de una manera repentina, y otras personas que no sufrieron ese fallo repentino tuvieron secuelas que aparecieron posteriormente y llevaron a su excarcelación.

P: En el caso de los GRAPO, y después de la muerte de José Manuel Sevillano en 1990 a consecuencia de su protesta, otros miembros de este grupo terrorista le imitaron ¿Teme que ahora pase lo mismo?

R: Aquella fue una medida de presión política de una organización que tenía unos objetivos políticos y en este caso ha sido una medida individual de una persona, no de una organización. Incluso su propia organización no compartía la medida de esta persona, ni el resto de los internos de esta organización, ha sido una decisión individual.

P: ¿Tiene algún dato de cómo han reaccionado otros presos de ETA ante la decisión adoptada con De Juana?

R: No tengo constancia de que haya habido ninguna reacción significativa, insisto en que se trataba de una acción tomada individualmente por una persona.

P: Askatasuna ya ha advertido de que hay otros seis reclusos etarras con enfermedades graves, y dice que modificar la situación de los presos de la banda contribuiría a relanzar el proceso de paz.

R: No quiero hacer ninguna lectura política de este caso. Lo que ha hecho el Estado, la Administración penitenciaria, la judicatura y el Gobierno ha sido aplicar la ley para una persona en concreto cuya vida corría riesgo. Teníamos la obligación legal y moral de tratar de salvar su vida. No tiene más lectura política y desde luego yo no la voy a hacer.

P: Volviendo a las reacciones a la decisión adoptada con De Juana, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha calificado de indecentes algunas declaraciones de dirigentes del PP que establecían una comparación entre este caso y el del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco.

R: Estos días se han dicho muchas cosas inciertas y exageradas y algunas barbaridades en torno a este caso. Yo estoy convencida de que en esta situación, si el Gobierno hubiese sido de otro signo, hubiera tomado la misma decisión.

Ya sé que, seguramente, los que no están en el Gobierno dirán que no y que nunca lo hubiesen hecho, pero dudo muchísimo de que alguien sentado en mi silla o en la silla del ministro hubiese dicho 'no me importa que esta persona se muera'.

P: También hemos podido leer que con esta decisión se ha convertido a De Juana en un héroe.

R: Yo creo que ninguna de esas consideraciones tiene ningún sentido. Este es un señor que ha tomado una decisión que le ha llevado al borde de la muerte, y la Administración lo que ha hecho es velar por su vida. Es una persona de la que espero que todos nos olvidemos lo antes posible.

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