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Ocho presos de Villabona se fugaron en 2006 tras salir de permiso y cuatro siguen huidos

La cárcel acabó el año con 400 reclusos por encima de la capacidad que tiene asignada.La fiscalía entiende que el número de internos que alberga es «razonable».

Fuente: Ine.es LA NUEVA ESPAÑA

Ocho presos de la cárcel de Villabona se fugaron durante 2006, tras salir de permiso, y cuatro de ellos continúan huidos a día de hoy, según se refleja en la memoria de vigilancia penitenciara de la fiscalía asturiana. De los otros cuatro, dos regresaron voluntariamente a la prisión al cabo de dos días y los otros dos fueron detenidos por las fuerzas y cuerpos de seguridad.

La fiscalía, explica, se muestra partidaria de la «política de concesión de permisos» autorizados por el Juzgado de vigilancia penitenciaria, aun a riesgo de que se produzcan huidas, ya que éstas son las menos y se mueven «dentro de los parámetros habituales», según refleja en la memoria del departamento. Durante 2006, se concedieron 1.082 permisos de salida (los condenados por delitos sexuales estuvieron condicionados a estar bajo la custodia familiar e incluso en muchos casos sin poder salir de su vivienda).

La prisión de Villabona finalizó el año pasado con 1.402 presos, más de 400 por encima de la capacidad que tiene asignada, que se sitúa en los 993 internos, contando uno por cada celda. No obstante, según la fiscalía, esta cifra es discutible y, aunque entiende que «lo ideal» es que haya un preso por cada calabozo, considera que esto resulta casi imposible por las propias «peculiaridades del centro». Así, concluye que la «capacidad real» de la prisión se sitúa en 1.500 reclusos, 507 por encima de los proyectados en su construcción, a pesar de que la propia Dirección General de Instituciones Penitenciarias sitúa en 1.300 su «capacidad operativa», esto es, su posibilidad de funcionar correctamente.

En un principio las celdas fueron diseñadas para un solo preso, pero la sobreocupación obligó a convertirlas en dobles colocando una litera supletoria. Esta situación de la cárcel asturiana ha sido muy criticada por los sindicatos de prisiones, que afirman que son demasiados internos por funcionario, lo que no les permite garantizar su seguridad.


Celdas dobles


Las celdas dobles existen en todas las cárceles españolas, lo que ha convertido casi en habitual la excepción o el extremo especial que prevén el reglamento penitenciario y la ley de Régimen Penitenciario. El primero, en su artículo 13, señala: «El sistema penitenciario estará orientado por el principio celular, de manera que cada interno disponga de una celda, salvo que sus dimensiones y condiciones de habitabilidad permitan, preservando la intimidad, alojar a más de una persona (...)». Añade que, «temporalmente, cuando la población penitenciaria supere el número de plazas individuales disponibles, se podrá albergar a más de un interno por celda». Por su parte, la ley, en su artículo 19, refleja que «todos los internos se alojarán en celdas individuales. En caso de insuficiencia temporal de alojamiento o por indicación del médico (...), se podrá recurrir a dependencias colectivas». No obstante, Villabona ha pasado por tiempos peores, ya que, hace años, llegó a alcanzar los 1.600 presos.

Durante 2006, cinco presos de Villabona fallecieron, uno de ellos tras suicidarse en el interior de su celda. Otro murió por sobredosis mientras disfrutaba de un permiso en su domicilio ,y dos en el Hospital Central, donde estaban ingresados. El quinto, también por enfermedad, lo hizo en la prisión. Según la memoria de vigilancia penitenciaria -parcela que desarrolla el fiscal Juan José Martínez Junquera-, el año pasado se detectaron cinco casos de sida en presos asturianos.

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