Fuente: FARO DE VIGO.es

José Antonio Gómez lo tiene claro. El director de la cárcel de A Lama aboga por abrir las puertas de la prisión a la sociedad, para que se conozca el día a día del penal y su trabajo por la reinserción social de los internos.

- Siempre que se habla de A Lama se habla de masificación ¿cuál es la situación actual ?
- Hay 1.492 internos. Es un número adecuado a la población penitenciaria de España que es de 65.000 internos.

- Los sindicatos auguraron la llegada de hasta 300 internos, ¿cómo se frenó?
- El número de internos que semanalmente aumenta en España se refleja en A Lama. El número se mantuvo estable y nosotros también. ¿Por qué? Hay ciclos. En mayo se abrirá Puerto III (Cádiz) y será un desahogo para todos. Pero hacen falta más cárceles: en León, un centro como el nuestro, hay 1.650 internos.

- ¿Cuál es la principal fuente de conflictos en la prisión?
- El día a día se vive con tranquilidad, aunque con conflictos puntuales. Tenemos una población de 1.500 internos y hay 90 más conflictivos y que crean problemas, además de los que puedan aparecer puntualmente. En la subcultura carcelaria los conflictos surgen por problemas de drogas, de convivencia... A Lama es como un municipio de 1.500 personas y si en un municipio hay conflictos, aquí se enervan porque la población es más complicada.

- Los funcionarios alertan del creciente número de presos con trastornos psiquiátricos, ¿cómo afrontan la situación?
- La cuestión de salud mental afecta tanto intra como extramuros. No hay psiquiatras suficientes y los jueces internan a gente que es peligrosa para la familia y la sociedad. Después llegan aquí y ves que deberían estar en otro sitio. Si en la sociedad hay un 9% de población con trastornos, aquí en nuestra casa se duplica este porcentaje.

- La Operación Nova llegó a A Lama, ¿el radicalismo islamista es historia en el penal pontevedrés?
- Sí, ya es historia. En su momento la dirección general hizo una dispersión de internos, originarios del Magreb, y se tomaron medidas de control, seguimiento, interrupción de correspondencia... Son medidas que han influido para que esta situación esté controlada.

- ¿Y cómo viven los etarras de A Lama la interrupción del proceso de paz?
- Hay 14 etarras y su situación está normalizada. Siguen las campañas de protesta de su organización, pero no repercute en la convivencia con otros internos. Apenas se relacionan.

- Son pioneros en la puesta en marcha de módulos convivenciales, ¿cómo valora la experiencia?
- Empezamos en 2005 con la apertura de un módulo educativo-terapéutico (libre de drogas). Ahora tenemos 30 internos y la experiencia es muy buena. En julio de 2006 abrimos el módulo convivencial, que ya tiene 98 presos. Allí van los que quieren cumplir condena sin problemas. Adquieren un compromiso de conducta y están ocupados todo el día. Las celdas están abiertas y ellos se autocontrolan. En febrero abrimos el tercero, el convivencial de servicio, en el que los internos estarán en talleres productivos (cocina, lavandería...) para aumentar el número de internos trabajando.

- ¿La adscripción a estos módulos es voluntaria?
- En todos.

- Se dice que el tiempo libre es el principal problema en las prisiones, ¿qué oportunidades de trabajo o de estar ocupados tienen los internos de A Lama?
- Comparto esa visión. Con los módulos convivenciales intentamos que no haya gente en el patio. Por otra parte en el año 2006, pasaron 550 internos por distintos cursos de formación, actividades deportivas... Tenemos también 11 talleres ocupacionales abiertos, más la escuela, a la que asisten 150 internos, aunque sólo seis maestros, por lo que estamos intentando ampliar la plantilla. Ya hemos hablado con el delegado de Educación y es sensible al tema. Por ejemplo una prisión como la de Soto del Real, similar a la nuestra, tiene 15 maestros.

- ¿Son lo mismo los talleres ocupacionales que cita y los productivos?
- No son lo mismo. En los talleres ocupacionales no cobran. En los productivos realizan actividades remuneradas. Hay un 27% de la población trabajando. Contamos con un taller de cableado, otro de carpintería, estamos empezando con otro de cuadros eléctricos y trabajamos para empresas del exterior. En el de cableado trabajan entre 100 y 150 reclusos según los pedidos; en carpintería, 15; en el de cuadros eléctricos, 7; y en el de persianas, otros 15. Además en breve abrimos un segundo taller de materiales para vehículos. Todos ellos cobran el salario mínimo interprofesional.

- ¿ Qué posibilidades de encontrar trabajo tienen los internos que salen de A Lama?
- Este trabajo lo hacemos sobre todo desde el CIS de Vigo, donde hay en la actualidad 98 internos. Nos preocupa el día después, que los que salen lo hagan de la mejor manera. E este sentido, junto a otras nueve cárceles españolas, vamos a poner en marcha un programa de acompañamiento laboral.

- ¿Qué percepción cree que tiene la sociedad de la prisión?
- Creo que se visualiza más por la sociedad los problemas, que el día a día que se vive en la prisión. Por eso digo siempre a la gente que la visiten y la conozcan. Se vende el fracaso y el morbo y contra eso no podemos luchar.

- ¿Cree que existe sensibilidad social hacia los reclusos o que a la gente sólo le preocupa que saquen de circulación a los delincuentes?
- Quiero pensar que la sociedad es sensible a lo que pasa en la prisión, aunque sólo sea porque algún día saldrán y se reintegrarán en la sociedad. No puede ser de otra manera.

- La violencia de género es una de las lacras que existe en la actualidad, ¿existen terapias específicas para maltratadores que están en la prisión?
- Trabajamos con diez internos en el tema de los malos tratos, que reciben tratamiento específico y terapias personalizadas.

_ ¿Tienen intervenciones para agresores sexuales?
- Acabamos de formar trabajadores para tratarlos. Empezaremos este mes y también con un grupo de 10 internos. Serán voluntarios.