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Dos presos que compartían celda intentan escapar de la cárcel

Dos presos que compartían celda en el Centro Penitenciario de Badajoz fueron sorprendidos la madrugada de ayer cuando se disponían a escalar el último muro de seguridad, un intento de fuga que pudo ser frustrado gracias a la actuación de los funcionarios que se encargan de proteger este recinto carcelario.

Fuente: terra

La Delegación del Gobierno en Extremadura explicó, a través de una nota de prensa remitida desde la Jefatura Superior de Policía de Extremadura, que el intento de fuga se produjo 20 minutos después de la medianoche. «Los medios electrónicos y personales con que cuenta el Cuerpo Nacional de Policía en el servicio de seguridad exterior de la prisión detectaron a dos individuos que trataban de alcanzar el muro del centro penitenciario», explica la nota.

El comunicado indica que, «de inmediato, se activó la alarma y los policías de diversos servicios, tanto en el interior de la prisión como en el exterior, se movilizaron y alcanzaron a los individuos que trataban de ganar el muro en el patio interior o zona denominada 'paseo de ronda'».

También se desplazaron diversas dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía al perímetro exterior de la prisión, a las carreteras cercanas y a los puntos sensibles previamente establecidos, por si el intento de fuga contaba con algún tipo de apoyo externo.

Aunque la información oficial no aporta más detalles, fuentes conocedoras de lo ocurrido explicaron que los dos internos que intentaban la fuga lograron salir de la celda en la que descansaban tras abrir un hueco en los barrotes de la ventana, que mira hacia el exterior. Las mismas fuentes aseguran que la ventana de la celda por la que salieron los presos es cuadrada y mide unos 90 centímetros de base.

Todo hace suponer que se valieron de la pata de una mesa y de unos pantalones para hacer palanca en las barras de protección, acción que les habría resultado más fácil por estar dos internos dentro de la misma celda, algo habitual debido al número de reclusos que se encuentran en prisión.

El hueco que abrieron era pequeño, pero suficiente para permitirle escapar al exterior, donde tuvieron que superar distintos obstáculos, entre ellos las concertinas con cuchillas y pinchos colocadas para evitar posibles fugas. En esa fase llegaron primero a una zona común, luego escalaron a un tejado y, desde ahí, saltaron al 'paseo de ronda'.

Una de las fuentes consultadas por este diario explicó que el funcionario de prisiones que se encontraba a esas horas de guardia escuchó un ruido, posiblemente provocado por la pata de la mesa que los reclusos emplearon para hacer palanca, por lo que decidió hacer una ronda por la planta superior, donde se encuentran las celdas.

Esa misma fuente afirmó que el funcionario se dio cuenta de que faltaban los internos, por lo que avisó tanto al personal de prisiones como al cuerpo de guardia del Cuerpo Nacional de Policía para que les buscaran.

La otra versión, coincidente con la nota oficial, indica que fue uno de los agentes que se encontraban en las garitas quien escuchó un ruido de chapa cuando los reclusos se disponían a escalar el portón por el que acceden los vehículos al 'paseo de ronda'.

En cualquier caso, el aviso fue dado con rapidez y los agentes de la Policía que se encuentran en el exterior de la prisión penetraron en el 'paseo de ronda' y localizaron a los presos cuando se disponían a escalar la pared que separa la cárcel del exterior.

Minutos después de producirse el intento de fuga se puso en marcha una investigación para intentar determinar el lugar por el que habían escapado los presos para corregir posibles errores en el sistema de seguridad y evitar que este tipo de situaciones puedan repetirse.

Ya en mayo del pasado año un juzgado de Badajoz condenó a dos meses y un mes de cárcel a dos jóvenes de 19 y 20 años que se intentaron fugar de la cárcel utilizando el mismo sistema: rompieron la mesa de la celda y con una de las patas arrancaron el marco de la ventana y realizaron un agujero por debajo del marco con la intención de escapar por él. En el momento que los sorprendieron los funcionarios tenían preparada una manta anudada para escapar, pero no pudieron utilizarla porque fueron descubiertos. La vigilancia del Centro Penitenciario de Badajoz es compartida en la actualidad por los funcionarios de prisiones y los agentes del Cuerpo Nacional de Policía.

Los primeros son responsables de la seguridad dentro de los módulos y en el resto de dependencias interiores, mientras que la Policía asume el control de la puerta de acceso al recinto penitenciario y del muro exterior de la cárcel, que es el que se sitúa en la parte exterior del foso. Para realizar este cometido, los policías cuentan con siete garitas de vigilancia, aunque lo habitual es que solo algunas de ellas estén ocupadas debido a la escasez de agentes destinados a la prisión, tal y como ocurría ayer.

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