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La última célula salafista desarticulada también se creó en la cárcel de Topas

El Consejo Islámico pide a Alonso «afinar más» las detenciones para evitar daños a inocentes.

  20-01-06
La cárcel salmantina de Topas aparece cada vez con más claridad como uno de los núcleos fundamentales de las tramas terroristas islamistas en España. Los servicios de Información de la Guardia Civil han descubierto en las últimas semanas que aquella prisión, en la que nació la célula que iba a volar la Audiencia Nacional, también fue el lugar donde se creó el grupo salafista desarticulado en diciembre en la Costa del Sol, y que se dedicaba al asalto de mansiones de lujo para financiar la 'yihad' en Argelia.

La investigación del instituto armado denominada 'Green' ha determinado que el jefe del grupo desmantelado en Málaga, el argelino Fathi Abdallah, conocido también como 'Feti', 'Luigi' o 'El afgano', fue captado para las redes islamista durante su estancia en Topas, donde cumplía condena por un delito común. En este centro penitenciario, según informes confidenciales de la Guardia Civil, 'Feti' coincidió con un cabecilla integrista del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), Abdelhakim Fekkar -'Hakim' y 'Abu Lina'-, nacido en Argelia en mayo de 1964.

A su salida de la cárcel, 'Hakim', que logró zafarse de la operación de diciembre, dirigió en Argelia un comando del GSPC. El cabecilla terrorista siguió manteniendo contactos con 'Feti', al que terminó por convertir en el jefe de una célula de apoyo salafista en España dedicada a financiar atentados islamistas en suelo argelino.

Según los atestados de la Guardia Civil, el jefe detenido en Málaga «recibió adoctrinamiento religioso de 'Hakim', como se desprende del contenido de numerosas conversaciones telefónicas que ambos mantuvieron y de los frecuentes mensajes que intercambiaron». Los investigadores han llegado a la conclusión de que el argelino captado en Topas se convirtió en un «subordinado» de 'Hakim' y que era totalmente consciente de que enviaba miles de euros para mantener la 'yihad' en Argelia.

Reunión con el ministro

Entre tanto, representantes de la comunidad musulmana española pidieron ayer al ministro de Interior, José Antonio Alonso, «afinar más» las operaciones contra células de presuntos terroristas islamistas, pues hay personas que después quedan en libertad sin cargos pero «marcadas como sospechosas». Esa es una de las reivindicaciones que plantearon en una reunión con Alonso el máximo responsable de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas, Mansur Escudero, y el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España, Riay Tatari, dirigentes ambos del Consejo Islámico de España.

En declaraciones a 'Efe', Escudero denunció que las últimas detenciones «masivas» han afectado a «gente inocente» a la que se ha causado un daño y aseguró que la comunidad islámica «se siente demonizada». En este sentido, añadió que algunas personas han tenido que dejar sus barrios o ciudades tras una detención porque «están marcados».

En una nota de prensa, Alonso expuso que la reunión tuvo el objetivo de «integrar, sumar y unir» y que había expuesto a los representantes musulmanes que «hará todo lo posible por consolidar en la conciencia de toda la sociedad que esta comunidad defiende valores legítimos que nada tienen que ver con el terrorismo internacional».

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