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Regalos en la prisión

Las madres presas en el centro penitenciario de Logroño se reunieron ayer con sus hijos.

Fuente: larioja.com

Familia en el Centro Penitenciario de LogroñoCon nostalgia y emoción desbordada. Así se vivió ayer por la tarde en el Centro Penitenciario de Logroño el acto de entrega de regalos a los hijos de las reclusas que cumplen condena en el modulo de mujeres del recinto carcelario con motivo de la festividad de los Reyes Magos. Esta es la única ocasión que tienen las madres reclusas de estar cerca de sus hijos, en medio de un acto festivo, aparte de los breves contactos que mantienen 'bis a bis' durante el año.

El Centro Penitenciario de Logroño acoge en su módulo femenino a 11 mujeres. Dos de ellas salieron ayer de permiso de fin de semana, mientras que otras nueve participaron en la fiesta de los Reyes Magos a la que acudieron siete de sus hijos, entre otros familiares.

En la fiesta se repartieron regalos a los pequeños y se les sirvió una merienda con chocolate preparado por las presas. La Ong Setén, Pastoral Penitenciaria, Pioneros y la prisión.

Eran las cinco de la tarde cuando siete pequeños, algunos ya jovencitos, acompañados de sus familiares más directos, empezaron el trayecto que les llevó hasta sus madres. Con caras risueñas, alegres e ilusionados, los menores desfilaron por los pasillos de la prisión y cruzaron las puertas de barrotes metálicos hasta llegar al módulo de mujeres de la prisión.

Allí se encontraron con rostros esperanzados y emocionados, los de sus madres inquietas ante los barrotes de la puerta de acceso al área femenina. A la llegada de los niños se produjo un gran silencio. A continuación, los pequeños fueron recibidos entre abrazos y lloros.

El módulo de mujeres, sus pasillos y el propio comedor habían sido decorados para la ocasión con motivos navideños, globos y otros adornos. Entre cantos de villancicos, a todos les fue servida una merienda con chocolate y después se les entregaron los regalos.

El director de la prisión logroñesa comentó que «son unas jornadas tristes para las madres en prisión y por ello decidimos hacer esta fiesta para sus hijos». Por su parte, una de las madres reclusas, de nombre Begoña y tres años y medio de prisión, agradeció la iniciativa de esta fiesta al director de la prisión: «Son días muy tristes, pero estamos.

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