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Denuncian que Instituciones Penitenciarias rebaja la seguridad de los CIS

Fuente: La Voz de Galicia

Medio Millar de reclusos gallegos, según Acaip-UGT, dispondrán de móviles, ordenadores, dinero o medicamentos sin supervisión alguna en el interior de los establecimientos.

El sindicato Acaip-UGT se mostró muy crítico con una reciente instrucción de Instituciones Penitenciarias relativa al protocolo de seguridad en los Centros de Inserción Social (CIS) al considerar que supone una rebaja o merma en la seguridad de estas dependencias. La central reseña que la intención de esta norma es «familiarizar y normalizar a los internos con las nuevas tecnologías», pero reprocha a la Administración que «obvia la realidad en la que tiene que aplicarse, y la conducta delictiva de las personas que van a poder utilizar estos medios».

 

De este modo, advierten de que cerca de medio millar de reclusos gallegos «dispondrán de móviles, ordenadores, dinero, medicamentos, y otros aparatos de diversa índole sin supervisión alguna en el interior de los establecimientos».

 En este punto, dejan claro que los funcionarios de prisiones «somos los primeros en asumir que se debe establecer un vínculo de confianza con el interno que accede al tercer grado, paso previo a su reingreso en la sociedad, pero acceder a este grado implicaba unos compromisos por parte del interno y un conocimiento de este por los profesionales, que ahora no va a ser posible al tener que convivir con internos cuyas condenas de hasta cinco años les permiten pagar su pena en un CIS, pero sin poder acceder al exterior». Aluden con estas palabras a que estos centros, que inicialmente estaban pensados para presos en el último tramo de sus condenas y que, por tanto, podían trabajar en el exterior y solo tenían que acudir al CIS a dormir, sean también donde las personas condenadas a penas inferiores a cinco años de cárcel por determinados delitos cumplan este castigo desde el primer día en semilibertad.
 

A este respecto, inciden en que «parece que las nuevas formas delictivas que se dan con las nuevas tecnologías, como el ciberacoso a las víctimas de violencia de género, estafas, delitos en el ámbito sexual, usurpación de personalidad entre otros muchos, no pudiesen ocurrir de puertas para dentro, aunque no existan medios ni personal para evitarlos». Además, alertan de que los trabajadores «también estarán indefensos ante la divulgación de su imagen durante sus horas de trabajo».

De igual modo, aluden que tanto los medicamentos -«no hay personal médico en los CIS»- y otros objetos circularan libremente por los Centros de Inserción Social.

En este punto, desde Acaip-UGT tienen claro que «es evidente, ni los establecimientos ni las plantillas de los CIS, están preparadas para asumir las directrices de seguridad y funcionamiento que el centro directivo está implementando».

 

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