Fuente: abc.es

VALENCIA. La Comunidad Valenciana cuenta en sus prisiones con un total de 60 personas ya condenadas o presuntamente relacionadas con actos terroristas, lo que significa la cifra más alta de los últimos diez años, según los datos de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias facilitados ayer por el sindicato de prisiones Acaip.

La habitual radiografía de los presos terroristas en los cuatro principales centros de internamiento valencianos -Alicante I, Alicante II (Villena), Castellón y Valencia (Picassent)- ha experimentado un claro cambio en los últimos tres años con la irrupción del terrorismo «yihadista» en nuestro país cuyos miembros copan ya el 25 por ciento de estos reclusos.

Así quince internos vinculados al terrorismo islamista se encontraban en estas cárceles el pasado 28 de noviembre de 2006 (últimos datos disponibles). El resto pertenece a ETA.

La cárcel que más presos «yihadistas» alberga es la de Alicante II con seis presos, le sigue Alicante I con cinco internos y Picassent con 4. En 2005 se registraron nueve internos, mientras que en 2004 había tan sólo uno. En los años anteriores no había internos relacionados con este tipo de terrorismo.

Menú musulmán

Se trata de miembros de Al Qaida que pertenecen en su mayoría al Grupo Islamista Argelino (GIC), a la célula «Mártires por Marruecos» o al «Grupo Islámico Combatiente Marroquí» -grupos asimilados recientemente por Al Qaida y precursores de los últimos atentados en Casablanca y Argel.
El régimen que se les aplica supone que pasan la mayor parte del tiempo solos en sus celdas de aislamiento y pueden salir al patio un par de horas al día.

La celda es el lugar en el que comen -el menú de prescripción musulmana es el habitual-. Suelen pasar las horas leyendo, algunos dedican buena parte del día a rezar -no todos- y es raro que tengan aparatos de televisión.

En España hay un total de 145 presos relacionados con el terrorismo «yihadista» -que últimamente ha vertido sus amenzas sobre España so pretexto de liberar Al Andalus-. La mayoría están relacionados con el 11-M o la denominada «Operación Nova», comando detenido con el propósito de volar la Audiencia Nacional. La mayoría son de nacionalidad marroquí o argelina, aunque también hay paquistaníes.

Este dato sobre los reclusos por terrorismo en las cárceles de la Comunidad se conoce después de que esta semana los médicos de la cárcel valenciana de Picassent hayan solicitado autorización judicial para poder alimentar a la fuerza al preso islamista Djamel Merabet.

Este recluso, que es uno de los detenidos en la «Operación Nova», ha perdido 18 kilogramos de peso desde que el pasado 1 de marzo, cuando se puso en huelga de hambre tras conocer que se había concedido la prisión atenuada al preso etarra José Ignacio de Juana Chaos. El pasado miércoles abandonó la huelga de hambre.

Dos etarras por módulo

El terrorismo de siempre, el de ETA, es el que sigue copando las celdas de las cárceles valencianas en este apartado. El número de reclusos de la banda terrorista se ha triplicado en los últimos cinco años pasando de los 15 de 2001 a los 45 actuales (en España existen 454 presos de ETA, según los datos facilitados por Acaip).

Por centros, Picassent es con dieciocho reclusos el que lidera la lista de la Comunidad. Castellón con doce, Alicante II con diez y Alicante I con cinco completan su distribución. No puede haber más de dos presos etarras por módulo y suelen coincidir en los patios o en el comedor.

Los funcionarios de prisiones reconocen que a estos presos «se les permiten cosas que no se les conceden a otros». Para ello ponen como gran ejemplo el del terrorista De Juana. La concesión de prisión atenuada para este etarra -se encuentra ahora en un hospital de San Sebastián a la espera de su recuperación y traslado a casa- provocó protestas de ciertos colectivos de presos.