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El peor día de su vida penitenciaria en Botafuegos

Fuente: Cope

"Compañeros que estaban de servicio este viernes han vivido de nuevo otra situación límite", denuncia Acaip.

osé Luis Alcaraz Cavielles, funcionario de prisiones y delegado de Acaip-Ugt en Botafuegos, ha remitido un comunicado a este medio. Este viernes el sindicato denunció que un recluso había atacado a siete funcionarios. El sindicato reflexiona sobre estos hechos.

Acaip considera que «a todos los ciudadanos nos parece obvio que nadie quiere venir a la cárcel, que ni los propios presos quieren estar recluidos en las prisiones también lo creemos así y que los trabajadores de los diferentes Centros Penitenciarios de todo el territorio nacional desempeñan su actividad
laboral en el interior de las prisiones queda patente, pero nosotros, los trabajadores penitenciarios, tenemos el derecho al desempeño de nuestra actividad laboral en las mejores condiciones, con reconocimiento, con orgullo, con dignidad, con seguridad, con una formación teórico práctica continua, con medios materiales y humanos suficientes y con unos salarios justos y adecuados al trabajo complejo y específico que desarrollamos las 24 horas del día, todos los días del año».

Este viernes «compañeros que estaban de servicio han vivido de nuevo otra situación límite. Un interno marroquí, de gran corpulencia física, violento, reincidente, con ingresos en prisión desde el año 96, con
antecedentes de agresiones a funcionarios de prisiones en otras cárceles del país y que se negaba a ser aislado por un grave altercado con otro interno, ha insultado, amenazado y finalmente agredido sin piedad alguna, a siete funcionarios que trataban de reducirle empleando la fuerza física mínima personal e imprescindible, tal y como determina nuestra Legislación Penitenciaria, con objeto de no lesionar al preso».

Todos los trabajadores lesionados «han sido atendidos en la enfermería de la prisión por los Servicios médicos, siendo tres de ellos derivados al Hospital Quirón Campo de Gibraltar, para realización de más pruebas médicas complementarias; a última hora de la noche hemos mantenido conversación telefónica con ellos, los cuales nos transmiten que están relativamente bien y que volverán al trabajo de inmediato, a pesar de la humillación y lesiones sufridas tanto verbales, como físicas y psíquicas, unos han comentado que el día de hoy ha sido el peor de su vida penitenciaria, otros han dicho que para éstos casos la normativa penitenciaria debería recoger y regular como último recurso y de forma excepcional, atendiendo a la potencial peligrosidad del preso, la posibilidad de emplear pistolas eléctricas “Taser”, con objeto de evitar desgracias de imposible reparación, otros dicen que se vuelven a alinear los planetas o que un manto celestial protege a Botafuegos cada día, sin embargo el preso argumentaba “que había tenido un brote psicótico”, sin más, sin empatía alguna ni por los trabajadores penitenciarios, ni mucho
menos por sus respectivas familias».

Alcaraz resalta que «en el momento de la disputa entre internos, se encontraba de servicio en el compartimento un solo funcionario, lo cual pone al descubierto las carencias de personal que sufre nuestro Centro Penitenciario; por otro lado, la ocupación del módulo era de casi cien reclusos, cuando su capacidad máxima está establecida en setenta y dos, demostrando de nuevo la sobrepoblación de presos que viene padeciendo desde hace años Botafuegos y que hemos denunciado ante multitud de Organismos de la Administración Penitenciaria y no Penitenciaria, sin respuesta y sin solución alguna; mientras no se dé solución a estas dos variables mencionadas, las agresiones irán sucediéndose, engrosándose las estadísticas a nivel local y nacional».
Los políticos de todos los partidos «saben de la situación que estamos viviendo en las cárceles españolas y de las demandas de prisiones, y lo único cierto a día de hoy, es que no han tomado ninguna decisión para satisfacer ninguna de las necesidades que tenemos, pero que curiosamente todos afirman compartir, utilizándonos sin ningún tipo de rubor para alcanzar sus propios fines».

Desde Acaip «no sabemos qué es lo que debe ocurrir en el interior de las cárceles españolas para que el ministro del interior de turno y su secretario general de Instituciones Penitenciarias entiendan que los trabajadores penitenciarios corremos peligro cada día, que estamos viviendo episodios violentos día si y día también, que en los últimos 6 años hemos sobrepasado las 2100 agresiones, que somos el colectivo de funcionarios públicos que más agresiones sufren en el desempeño de su trabajo; a qué esperan para poner soluciones o tendrán que matar a alguno de nosotros para que se conciencien de lo que venimos reivindicando desde hace casi dos años y entonces… ahora sí querrán sentarse en una mesa de negociación a poner remedio a todos los males que están padeciendo sus trabajadores de Instituciones Penitenciarias. Deseando que esto no ocurra y sí que atiendan nuestras demandas», añade Alcaraz.

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