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Gallizo ve «aventurado» dar heroína a los presos porque no la tendrán al salir

A la directora de Prisiones le parece «chocante» la pretensión del Gobierno vasco de dispensar la droga en Nanclares.

Fuente: El Correo Digital

GallizoLa directora general de Instituciones Penitenciarias considera que sería «aventurado» administrar heroína a sesenta reclusos de la prisión alavesa de Nanclares de la Oca, tal como contempla el Plan Vasco de Drogodependencias, ya que no existe un programa similar que les garantice la continuidad del tratamiento después de la excarcelación. Mercedes Gallizo realizó estas valoraciones en las jornadas que conmemoran en San Sebastián el vigésimo aniversario del Plan Nacional sobre Drogas.

Una de las congresistas preguntó a la responsable de Prisiones por qué no se ha puesto en marcha el programa de dispensación de heroína en Nanclares, aprobado por el Parlamento vasco en febrero y presentado en su momento, con pelos y señales, por el consejero de Asuntos Sociales. Gallizo se refirió a esta cuestión como «materia delicadísima» y explicó que la administración terapéutica de heroína exige la autorización del Ministerio de Sanidad, «como es preceptivo y legal». En cualquier caso, la directora general apuntó que resultaría «chocante» facilitar la heroína a los internos toxicómanos sin contemplar la continuación del programa fuera de la cárcel, ya que «seguirán buscando» la droga en el exterior.

Momento de reflexión

Según los datos que presentó, sacados de un estudio del año 2000, el 46,2% de los reclusos consumía heroína o cocaína antes de entrar en prisión y el 21,9% lo hacía por vía intravenosa. Mercedes Gallizo recordó que los centros penitenciarios no son «vertederos de personas» y abogó por la labor de las instituciones para facilitar la «reinserción» de quienes cumplen condena. Como parte de esta intervención social, sanitaria y educativa, la directora hizo hincapié en que muchos presos viven su pena como un «momento de reflexión» que les puede permitir «replantearse su historial prolongado de consumo», siempre que se aproveche esa circunstancia para hacerles partícipes de los programas de deshabituación.

Gallizo señaló que, el año pasado, se repartieron 22.356 jeringuillas en las cárceles españolas, con 20.917 reclusos inscritos en los programas de metadona. De ellos, 8.800 recibieron su dosis diariamente. Además, la responsable penitenciaria detalló que cinco comunidades terapéuticas están trabajando con grupos de cincuenta reclusos para ayudarles a superar la adicción a las drogas. En las jornadas también participó ayer Javier Huete, fiscal del Tribunal Supremo.

Un proceso accidentado

El proyecto de dispensar heroína bajo control médico a sesenta reclusos de Nanclares fue presentado en febrero por el propio consejero de Asuntos Sociales, Javier Madrazo. El programa, basado en la filosofía de la reducción de daños y con un presupuesto de 503.000 euros, estaba dirigido a internos con condenas largas y al menos dos intentos fracasados de desintoxicación. De los 740 reclusos de la cárcel alavesa, más de la mitad son drogodependientes y 283 toman metadona. La idea era empezar el programa a finales de este mismo año en Nanclares y, después de comprobar los resultados, extenderlo a los demás penales vascos.

El Parlamento vasco aprobó el proyecto, como parte del quinto Plan de Drogodependencias, pero las instituciones del Gobierno central con voz en el asunto no tardaron en echar un jarro de agua fría sobre las aspiraciones de Madrazo. Instituciones Penitenciarias puntualizó que, lejos de ser algo ya decidido, la administración de heroína sólo estaba «en fase inicial de estudio» y, en todo caso, necesitaría una autorización previa de la Agencia del Medicamento. Por su parte, la ministra de Sanidad comentó que estas líneas terapéuticas exigen «muchísima prudencia» y «no entran en los planes inmediatos» de su departamento.

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