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«Un 25 por ciento de los reclusos en los centros penitenciarios de la Comunidad Valenciana es portador del VIH, el virus determinante del sida. El 60 por ciento del personal de enfermería de las prisiones ha asumido riesgos al pincharse con alguna aguja infectada; un 10 por ciento en el caso de los médicos».

Fuente: abc.es

«Un 25 por ciento de los reclusos en los centros penitenciarios de la Comunidad Valenciana es portador del VIH, el virus determinante del sida. El 60 por ciento del personal de enfermería de las prisiones ha asumido riesgos al pincharse con alguna aguja infectada; un 10 por ciento en el caso de los médicos».


Definitivamente, trabajar en el servicio sanitario de las cárceles no es tarea fácil, según estos datos facilitados por el responsable de asuntos sanitarios en prisiones del sindicato UGT, Manolo Saiz, quien advirtió ayer a ABC sobre «las serias deficiencias en cuanto a asistencia especializada que existen en los cinco principales centros penitenciarios de la región: Picassent, Alicante Cumplimiento, Alicante II (Villena), Alicante Psiquiátrico y Castellón», unas cárceles que albergan a unos 6.260 reclusos -según los últimos datos del Ministerio del Interior-, lo que representa el 9,7 por ciento del total de presos en España. (En el año 2.000 la población reclusa en la Comunidad era tres veces inferior: 2.150 presos).


Por ello la importancia de convenios como el que firmaron ayer el conseller de Sanidad, Rafael Blasco, y la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, por el cual presos de la cárcel de Picassent (Valencia) recibirán atención sanitaria especializada periódica dentro de prisión.


De este modo, especialistas del Hospital General Universitario de Valencia -que desde hacia varias décadas ofrece servicios a los presos- en medicina interna, digestivo, infecciosos, ginecología, traumatología, psiquiatría, cirugía general, radiología y fisioterapia pasarán consulta semanal o quincenal en el centro valenciano.


Junto a la mejora de la sanidad en los reclusos, el convenio también supondrá un alivio para las fuerzas de seguridad del Estado que se «ahorrarán» el 50 por ciento de los traslados que hasta ahora venían haciendo para que los presos pudieran recibir asistencia médica en el centro hospitalario.
«El derecho de la salud»


«Aunque está privado de libertad, el recluso no está privado de derechos como el de la salud», subrayó la directora general de Instituciones Penitenciarias para quien el convenio -tercero suscrito en España tras los de Aragón y Asturias- «también supondrá una mejora de la seguridad ya que el interno no tendrá que acudir al hospital esperando junto a otros pacientes esposado y no se sabe si con la intención de fugarse».
Por su parte, el conseller de Sanidad destacó «la colaboración que habido entre ambas administraciones públicas a este respecto para dar respuesta a las demandas sociales y ofrecer soluciones». El Gobierno central destinará unos 300.000 euros para desarrollar este acuerdo.


Desde UGT se da la bienvenida a este convenio, pero reclaman su cumplimiento, para que «no pase como en otras ocasiones que los especialistas al final desistieron de venir debido a las condiciones laborales que soportan».


Respecto al personal sanitario ya presente dentro de las prisiones, Saiz denuncia que «son los médicos peor pagados de toda la Comunidad Valenciana, cobran un 20 ó 25 por ciento menos que cualquier médico de atención primaria en un centro de salud; además el complemento específico de los ATS es igual al de un oficinista dentro de la prisión».


Actualmente la prisión de Picassent, con unos 2.600 reclusos, cuenta con 16 médicos y 20 ATS; Alicante I tiene 5 médicos y 11 ATS; Alicante II, 7 médicos y 11 ATS; Alicante psiquiátrico, 4 médicos, además 2 psiquiatras, y 11 ATS; y Castellón cuenta con 5 médicos y 5 ATS.

Tanto desde UGT como desde el sindicato de prisiones Acaip se resalta la dificultad añadida con la que se enfrentan los servicios sanitarios de las cárceles: «Un porcentaje muy importante de los internos condenados por tráfico y venta de drogas, robos o atracos (los más frecuentes) son consumidores de droga por vía intravenosa, por ello no es de extrañar que las enfermedades infecciosas derivadas de este problema tengan una incidencia muy elevada, y patologías como el sida, la infección por VIH, tuberculosis y hepatitis superen con mucho las tasas del resto de la población».


Condiciones higiénicas


«A estos factores hay que añadir que en muchos casos las condiciones higiénico-sanitarias no son las más idóneas y que los recursos humanos y materiales son totalmente insuficientes para cubrir las necesidades de la población penitenciaria en constante crecimiento». La masificación carcelaria supera el 160 por ciento de las posibilidades de los centros penitenciarios de la región.


Sífilis, sarna o legionelosis son otras de las enfermedades infecciosas con las que tanto pacientes como médicos tienen que convivir a diario. Médicos en el «talego», «una profesión de riesgo».


Un convenio firmado ayer entre la Conselleria de Sanidad y la Dirección General de Instituciones Penitenciarias permitirá mejorar la atención sanitaria especializada en la prisión de Picassent.

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