Fuente: HERALDO.es

Instituciones Penitenciarias ha desbloqueado por fin la operación urbanística para demoler la vieja cárcel de Huesca y construir en su lugar viviendas y equipamientos sociales. La Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEP), dependiente de esa dirección general del Ministerio del Interior, ha sacado a la venta el edificio, situado en el número 65 de la avenida de Ramón y Cajal.

La venta será directa y al alza, con un presupuesto de partida de 11.059.000 euros (antes de IVA). Las empresas interesadas tienen hasta el 10 de mayo para presentar ofertas. La apertura pública de las mismas se realizará a las 12.30 de ese día en la sede de la SIEP, en el paseo de la Castellana de Madrid.

La venta de la cárcel es la segunda de suelo público que se anuncia en los últimos días para la construcción de vivienda libre en Huesca. Hace una semana, la empresa Suelo y Vivienda de Aragón sacó al mercado una parcela en el antiguo cuartel de artillería por 10 millones de euros donde se levantarán 65 pisos. Y fue ayer cuando la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios, SA publicó en la prensa los anuncios de la venta del solar de la prisión. La SIEP fue creada en 1992 para construir y equipar centros penitenciarios y es la encargada de gestionar el patrimonio inmobiliario de Instituciones Penitenciarias.

Los reclusos de la prisión provincial de Huesca se trasladaron a Zuera en 2001, aunque el edificio siguió prestando servicio para los internos de régimen abierto hasta la inauguración en febrero de 2005 del Centro de Inserción Social (CIS) construido en la carretera de Apiés. El CIS supuso una inversión de 3 millones de euros. Un año después la prisión quedó desafectada.
Viviendas y centro de salud

Desde entonces, no ha tenido utilidad alguna, a la espera de que saliera a subasta el edificio construido en la década de los 50. La empresa que lo compre tendrá que derribar la imponente construcción carcelaria de ladrillo que durante más de medio siglo ha marcado la imagen de una de las principales avenidas de entrada a la ciudad.

En el solar que quede libre podrá construir unas 140 viviendas, de acuerdo con el convenio firmado hace cinco años por el Ayuntamiento de Huesca y la Sociedad Estatal de Infraestructuras Penitenciarias.

La vieja prisión de Huesca se asienta sobre una parcela de 7.800 metros cuadrados que el Plan General de Ordenación Urbana aprobado en 2002 recalificó para la construcción de viviendas. El Ayuntamiento obtiene 3.000 metros cuadrados edificables que destinará a diversos equipamientos sociales.

En los bajos de la nueva construcción se ubicará un centro de salud, ya que el actual, que da servicio a los barrios del Perpetuo Socorro y de Santo Domingo y San Martín, se ha quedado pequeño. También se habilitarán locales para las asociaciones, entre ellas la Coordinadora de Asociaciones de Discapacitados (CADIS). Además habrá una plaza y zonas verdes.

El derribo de la vieja prisión ha sido durante años la principal reivindicación de la Asociación de Vecinos del Barrio del Perpetuo Socorro, donde se enclava. Las críticas arreciaron tras el motín de 1991, cuando dos reclusos lograron huir con varios rehenes tras herir gravemente a un funcionario. Desde entonces, el barrio clamó por sacar de la ciudad un centro penitenciario que había quedado encerrado entre los edificios. La primera idea fue abrir otro en las afueras de Huesca, pero finalmente esta opción se descartó con el anuncio de la construcción de la macrocárcel de Zuera.

En Torrero, VPO

La inauguración de Zuera también comportó el cierre de la de Torrero, en Zaragoza. Este edificio penitenciario fue demolido en 2005 y, como en el caso de Huesca, el solar se destinó a viviendas. La diferencia es que mientras en la capital oscense toda la edificabilidad era para vivienda libre, en Torrero, de los 160 pisos construidos, 110 era de protección oficial. Además, se proyectó un aparcamiento subterráneo público con 300 plazas y 6.000 metros cuadrados de equipamientos para el barrio.