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Fontcalent tramita decenas de permisos a presos sin hacer informes psicológicos

La cárcel carece desde abril de especialistas al coincidir de baja los tres de plantilla Las peticiones de exámenes a reos de varios juzgados no han podido ser atendidas.

Fuente: laverdad.es

A la saturación perenne que sufre el Centro Penitenciario de Fontcalent y sus vetustas instalaciones se añaden ahora nuevos problemas como la carencia de psicólogos. La cárcel alicantina ha permanecido desde abril hasta agosto sin el asesoramiento de estos especialistas -salvo el mes de mayo, cuando uno de ellos se incorporó al servicio- al coincidir de baja los tres que actualmente están en plantilla, tal y como informaron ayer a La Verdad los delegados sindicales de UGT y Acaip.

Durante todo este tiempo, la Junta de Tratamiento del centro ha concedido permisos carcelarios y efectuado clasificaciones o revisiones del grado de los internos sin disponer de dichos informes, confirmaron fuentes de la propia cárcel.

De la misma manera, numerosas peticiones de informes psicológicos remitidas por los distintos juzgados de Instrucción de la provincia sobre presos preventivos (a la espera de juicio) tampoco han podido ser atendidas. «Se contesta que no hay y ya está, por lo que el juzgado se las tiene que apañar y pedir los informes a un forense», explicaron las fuentes penitenciarias consultadas.

Los psicólogos de las prisiones suelen encuadrarse en los llamados equipos técnicos junto a educadores y trabajadores sociales, médicos y ATS, juristas, monitores, encargados de talleres y sociólogos, entre otros profesionales. Tal y como establece el reglamento penitenciario, los informes que realizan estos equipos deben ser examinados -en algunos casos de forma preceptiva- por la junta de tratamiento de cada centro, presidida por el director del mismo, antes de decidir sobre la concesión de permisos de salida a reos o sobre la clasificación inicial o la revisión de los diferentes grados en los que éstos se hallan divididos (primero, segundo o tercero), lo que debe examinarse cada tres o seis meses.

No obstante, como ha podido saber este periódico, desde abril, decenas de trámites de este tipo se han realizado en el Centro Penitenciario de Fontcalent sin contar con los psicólogos, cuyos informes pueden resultar determinantes. «No podemos paralizar los trámites, pero muchas veces los informes se quedan cojos sin los datos que aportan los psicólogos. Por ejemplo, a la hora de conceder un permiso a un preso drogadicto, no sabemos si hay riesgo de que vuelva a consumir o si va a asistir a tratamiento aunque lo hayan visto otros médicos», señalan fuentes penitenciarias.

Prevención de suicidios

Además, el concurso de los especialistas es fundamental en los programas especiales que todas las prisiones siguen para la prevención de suicidios. Y a nadie se le escapa que la experiencia de estar recluido en un presidio, ya sea de forma preventiva o con una condena, puede acarrear diferentes trastornos o disfunciones mentales a cualquier persona.

Este diario trató ayer en vano de ponerse en contacto con el director de la cárcel de Fontcalent, Jaime Hernández, para conocer su opinión sobre este asunto. Hernández se limitó a responder a través de una funcionaria que actualmente hay en el centro dos psicólogos trabajando y uno de baja y que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias pensaba reforzar el área.

Sin embargo, las fuentes consultadas por La Verdad desmintieron este extremo y aseguraron que en agosto sólo se ha incorporado al servicio una psicóloga. Por otro lado, los refuerzos antes mencionados constan de una especialista que ha obtenido la plaza en una oposición.

Por su parte, la Fiscalía ha solicitado en diversas ocasiones a Instituciones Penitenciarias que aumentara esta plantilla. Según un fiscal de Vigilancia Penitenciaria, las bajas «cortas» no pueden ser cubiertas muchas veces por la Administración. En todo caso, explicó el acusador, «aunque estuvieran los tres psicólogos trabajando, serían insuficientes».

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