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El colapso de Fontcalent hace que 350 reos ocupen 115 celdas individuales

Acaip alerta de que el hacinamiento es uno de los factores que desencadenan más conflictos en prisión Los internos se ven obligados a compartir de tres en tres habitáculos de apenas ocho metros cuadrados.

Fuente: laverdad.es

La saturación que sufre el Centro Penitenciario de Fontcalent, quizás la mayor de toda España, está llegando al límite. Unos 350 internos conviven actualmente, de tres en tres, en 115 celdas que fueron diseñadas en principio para un único individuo, según fuentes de la prisión. Son habitáculos de apenas ocho metros cuadrados con un aseo, litera y alguna estantería dentro donde los presos amontonan sus ropas y demás efectos personales.

El problema afecta a los módulos 1 y 3, que acogen a presos preventivos. El primero de ellos, destinado a los delincuentes novatos, dispone de 110 celdas operativas que albergan a 290 internos. De esa cifra, unas sesenta cámaras dan cobijo a tres reos cada una, es decir, a 180 en total.

En el módulo 3 conviven unos 265 internos -la mayoría de ellos reincidentes a la espera de juicio- que se agolpan en 105 celdas, de las cuales 55 cuentan con tres inquilinos, es decir 165 reclusos en total.

«Las que no tienen a tres presos tienen a dos. Esos son los privilegiados. Hay algunos casos de celdas para una única persona, pero normalmente es debido a una razón de peso como una prescripción del médico», indicaron fuentes del sindicato Acaip.

El delegado de esta central para el presidio de Fontcalent alerta, en declaraciones a La Verdad, del «aumento de conflictividad» que genera este hacinamiento. «Están amontonados y ese es un clima propenso para que los internos se disparen y haya más agresiones a los funcionarios».

Por su parte, el director del centro, Jaime Hernández, admite el problema, que no se logra solventar pese a las habituales conducciones de reclusos a otras cárceles. «Se están haciendo continuamente, pero hay muchos ingresos (de delincuentes) en esta zona. Esta semana ha habido más de medio centenar», detalla.

«La Policía y los jueces hacen su trabajo. Ellos no tienen la culpa», responde el delegado de Acaip. En su opinión, «tiene difícil solución» la saturación de Fontcalent, que en la actualidad alberga a 1.030 internos y rara vez suele bajar del millar cuando está diseñada para unos 480.

Según el sindicalista, «Picassent (el centro penitenciario de Valencia) también está hasta la bandera» y los nuevos centros previstos en Albocàsser, en esa misma provincia, y Campos del Río, en Murcia, no supondrán un gran alivio «porque se construyen para 850 plazas pero acabarán duplicando la población».

Cuando se le pregunta por esta saturación, la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, suele escudarse en que el anterior Gobierno del PP no invirtió nada durante sus ocho años de mandato en nuevas cárceles, por lo que todos los proyectos han tenido que ser redactados y ejecutados desde su inicio.

Legislación

En todo caso, la asignación de más de un preso a una misma celda, una práctica más que habitual en los presidios españoles, vulnera la ley. Ya en 1955, el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, establecía de modo genérico: «Las celdas o cuartos destinados al aislamiento nocturno no deberán ser ocupados más que por un solo recluso».

Es lo que se conoce como principio celular, recogido en el artículo 13 del Reglamento Penitenciario aprobado por el Gobierno español en 1996: «El sistema penitenciario estará orientado por el principio celular, de manera que cada interno disponga de una celda salvo que sus dimensiones y condiciones permitan, preservando la intimidad, alojar a más de una persona, en cuyo caso se podrá autorizar compartir celda a petición del interno».No es el caso de las celdas de Fontcalent.

«Se está infringiendo sistemáticamente la ley.», señala el responsable de Acaip. «Empezó siendo algo excepcional y se ha convertido en la tónica general. Lo que se debería hacer es modificar la legislación para que estemos, por lo menos, dentro de ella. Ahora, además, algunas de las cárceles se están construyendo con celdas para dos personas», añade.

Si bien es cierto que el mismo artículo 13 del reglamento observa la posibilidad de que las celdas acojan «temporalmente» a más de un interno «cuando la población reclusa supere el número de plazas individuales disponibles», en la prisión alicantina y en otras muchas de la geografía española, esa situación no es coyuntural sino permanente.

Pero. además del número de reos por celda, éstas deben reunir unas mínimas condiciones de habitabilidad como luz o ventilación natural que la saturación hace difíciles de alcanzar.

Tal es el grado de hartazgo en el Centro Penitenciario de Fontcalent que muchos reclusos «están deseando que salga el juicio para ser condenados y que les asignen a un centro de cumplimiento», apunta el sindicalista de la central Acaip.

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