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La juez aboga por trasladar a reos sin arraigo para reducir el hacinamiento en Fontcalent

Montserrat Navarro admite el problema de la falta de espacio en la cárcel alicantina.

Fuente: laverdad.es

Para aliviar la situación de hacinamiento que padecen los presos del Centro Penitenciario de Fontcalent, sobre todo unos 350 que se ven obligados a compartir de tres en tres las celdas, la titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Alicante, Montserrat Navarro, aboga por efectuar con preferencia traslados a otros centros de reos ya condenados que no tengan arraigo en la ciudad o en sus poblaciones limítrofes.

Según explicó ella misma ayer a La Verdad, así lo ha solicitado en más de una ocasión al director de la prisión, Jaime Navarro, que organiza «traslados constantemente». La magistrada recuerda que los presos preventivos deben estar cerca de los juzgados de la provincia que han decretado su ingreso en la cárcel por si deben comparecer de nuevo ante ellos.

Así, los que deben moverse a otros centros penitenciarios de la península son los internos que están cumpliendo una condena. Y Navarro no es partidaria de perjudicar a aquellos que llevan mucho tiempo en Fontcalent, tienen un trabajo en el presidio y a sus familiares en Alicante.

Como ya publicó este diario, la saturación que sufre la cárcel Alicante I ha forzado a la dirección a repartir a unos 350 internos de los módulos 1 y 3 en tan solo 115 celdas. Conviven hacinados de tres en tres en habitáculos que fueron diseñados para un único individuo. Son apenas ocho metros cuadrados con un aseo, litera y una estantería dentro donde los presos amontonan sus ropas, algún que otro electrodoméstico y demás efectos personales.

El módulo 1, destinado a los delincuentes novatos, dispone de 110 celdas operativas de las que sesenta dan cobijo a tres reos cada una, es decir, a 180 en total. Por su parte, en el módulo 3 ocurre lo mismo con 165 reclusos que se agolpan en 55 celdas.

Los sindicatos de prisiones han alertado en innumerables ocasiones del riesgo para la convivencia y el aumento potencial de la conflictividad que esta situación de hacinamiento supone.

«Están amontonados y ése es un clima propenso para que los internos se disparen y haya más agresiones a los funcionarios», explicó hace unos días el delegado de Acaip en Fontcalent.

Capacidad

Este centro fue diseñado para albergar a 480 internos, inicialmente preventivos (a la espera de juicio). Sin embargo, actualmente cuenta con más de mil presos, entre preventivos y penados.

«Esta situación viene de muy lejos. El director de la cárcel hace lo que puede, organiza constantemente traslados, pero la delincuencia ha aumentado y cada semana puede haber cincuenta o sesenta ingresos nuevos», advirtió ayer Navarro.

El problema es que la prisión de Villena, Alicante II, destinada a los que cumplen condena, también supera en varios centenares de reos las 1.060 plazas para las que fue construida.

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